viernes, 27 de marzo de 2020

PENSAR EN MALVINAS

Para pensar la causa Malvinas  acerco estos textos con historias que sostienen el recuerdo nefasto de la guerra,  pero que a su vez, también  se proyectan en la conciencia de nuestros derechos. Relatos que colaboran a la construcción de una identidad colectiva y que ponen la mirada en el territorio, desde una expresión de soberanía justicia e identidad. 

Hacer clic en cada link propuesto para poder acceder al material.




                                         TITO NUNCA MAS 







NO DEJES QUE UNA BOMBA DESTRUYA EL CLAVEL 
DE LA BANDEJA






 

                                                         LA MARCA DEL GANADO







                                                                   NADAR DE PIE 

domingo, 22 de marzo de 2020

Pañuelito Blanco




¿Qué significa los pañuelos blancos en la cabeza?


Los pañuelos blancos en la cabeza representa a las abuelas de mayo de Argentina. Ellas están organizadas para la búsqueda de sus hijos y nietos que desaparecieron en la dictadura. Actualmente siguen apareciendo nietos desaparecidos. La organización aún hoy no descansa y siguen con la esperanza de encontrar más desaparecidos.



viernes, 20 de marzo de 2020

La paloma de la PAZ cuento de Walmir Ayala





La caída del PORQUESÍ el malvado emperador .






Hijo de Glotón segundo y nieto de un gran Rey, Porquesí fue el gobernante más temible que hubo en las tierras del país. Apenas asumió el mando, al morir su padre, redactó la primera ordenanza que, en un largo bando, fue leída al pueblo en plaza pública.

“Todo árbol de frutas que crezca en tierras del País —decía la orden— deberá ser entregado de raíz a este gobierno. Firmado: Porquesí.” 

Sin protestar —porque nunca lo habían hecho—, los paisanos entregaron sus árboles a las autoridades, dejando sus propios jardines completamente vacíos.

Así fue como al llegar el tiempo de la recolección, el palacio se llenó de incalculables canastos de fruta, con las que el emperador hizo preparar dulces y más dulces. Tantos, que ni al cabo de largos años logró terminar de comer. Y fue durante esos años que, descuidados y hartos de frutos que nadie podía recolectar, los árboles se enfermaron y murieron, uno a uno, en las tierras del emperador.

Porquesí, entonces, redactó la segunda ordenanza que, en un largo bando fue leída en plaza pública.

“Tras la inesperada muerte de los árboles —decía la orden— y ante la falta de sus frutos, deberán entregar a este gobierno las risas de todos los chicos que habiten el País.”

Desde entonces, en enormes bolsas que eran llevadas al palacio, los chicos depositaban sus sonrisas por obligación.

Con ellas el malvado emperador hacía preparar el dulce más rico del mundo: mermelada de risas. Jalea de carcajadas infantiles, que se convirtieron en el manjar más precioso de su majestad. Era el dulce más dulce que se había conocido. Fue metido en frascos y vendido a otros monarcas a precios sin igual.

Sin embargo, tanto esplendor no duró mucho: como era de suponer, pasado un tiempo, los chicos del País empezaron a entristecerse, perdiendo poco a poco las ganas de reír.

Hasta que definitivamente dejaron de hacerlo, y la fabricación del sabroso producto llegó a su fin.

Entonces vino la tercera ordenanza que, en un largo bando, fue leída al pueblo en plaza pública.

“Todo chico que no quiera reírse —decía la orden— será severamente castigado por este gobierno.”

Y los fieles seguidores de Porquesí se lanzaron a la persecución. Los chicos trataban de reírse, pero no podían. Aterrorizados por el castigo, imitaban un sonido parecido al de las carcajadas, que los glotones de Porquesí, sin distinguir, cargaban en sus bolsas al palacio.

Con ellas, que eran una mezcla de miedo y de imitación, los dulces que prepararon para el emperador resultaron más amargos que la hiel. Más salados que una lágrima.

¡Pueblo de traidores! —gritó entonces Porquesí. Y armó un poderoso ejército para saquear nuevos países.

Viendo cómo su gobernante pretendía entristecer a los chicos de todo el mundo, los paisanos se enfurecieron y, por primera vez, decidieron enfrentarlo.

La sola idea de vencer a Porquesí los puso contentísimos. Y sin darse cuenta organizaron un festejo que de pronto coloreó las calles del País.

Como se imaginarán, tanta felicidad despedía un olor exquisito. Atraído por él, Porquesí quiso probar de qué se trataba. Creyó que se daría el mejor de los banquetes. Pero apenas lo intentó un fuerte dolor de estómago lo hizo caer al suelo. Cayó y cayó y cayó. Con tanta fuerza que jamás pudo volver a levantarse.

Y así termina este cuento. Un capítulo que en la historia universal se conoce como la gloriosa Caída de Porquesí, el malvado emperador de un País.


¡A divertirse!!!

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lunes, 16 de marzo de 2020

Algunos videos para pensar



Leyenda del Coquena y los dos hermanos
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El sapo y el ñandú
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El grillo y el tigre
¿Se pueden solucionar los problemas de esa manera?
¿Vos, qué harías?


La planta de Bartolo de Laura Devetach






El buen Bartolo sembró un día un hermoso cuaderno en un macetón. Lo regó, lo puso al calor del sol, y cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos colores.
Pronto la plantita comenzó a dar cuadernos. Eran cuadernos hermosísimos, como esos que gustan a los chicos. De tapas duras con muchas hojas muy blancas que invitaban a hacer sumas y restas y dibujitos.
Bartolo palmoteó siete veces de contento y dijo:
—Ahora, ¡todos los chicos tendrán cuadernos!
¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribían mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían:
—¡Ya terminaste otro cuaderno! ¡Con lo que valen!
Y los pobres chicos no sabían qué hacer.
Bartolo salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó:
—¡Chicos!, ¡tengo cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera cuadernos nuevos que venga a ver mi planta de cuadernos!
Una bandada de parloteos y murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los chicos salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo.
Y así pasó que cada vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con muchísimo gusto.
Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad de Bartolo y los chicos. El Vendedor de Cuadernos se enojó como no sé qué.
Un día, fumando su largo cigarro, fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la puerta con sus manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toc! ¡Toco toc!
—Bartolo —le dijo con falsa sonrisa atabacada—, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos. Te daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores.
—No —dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan.
—¿No? Te daré entonces una bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad.
—No.
—Un circo con seis payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes.
—No.
—Una ciudad llena de caramelos con la luna de naranja.
—No.
—¿Qué querés entonces por tu planta de cuadernos?
—Nada. No la vendo.
—¿Por qué sos así conmigo?
—Porque los cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos.
—Te nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo.
—No.
—Pues entonces —rugió con su gran boca negra de horno—, ¡te quitaré la planta de cuadernos! —y se fue echando humo como la locomotora.
Al rato volvió con los soldaditos azules de la policía.
—¡Sáquenle la planta de cuadernos! —ordenó.
Los soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y gritando, y también llegaron los pajaritos y los conejitos.
Todos rodearon con grandes risas al vendedor de cuadernos y cantaron "arroz con leche", mientras los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los pantalones.
Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus calzoncillos colorados, gritando como un loco, que tuvieron que sentarse a descansar.
—¡Buen negocio en otra parte! —gritó Bartolo secándose los ojos, mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos, se iba a la carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir cuando no trabajan.



Si te interesa conocer sobre la vida y otros titulos de la autora hace clic en https://www.youtube.com/watch?v=xQ-DgaiP2AM

LECTURAS PARA TODOS Y TODAS



PARA LEER SOLOS O CON UN ADULTO

   O   PEDI QUE TE LEAN 






Clic acá para poder leer:


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https://www.youtube.com/watch?v=V8r-TKoJk2Q


¿SI queréis saber más de la autora y saber más sobre sus otros cuentos 


Biblioteca "Luis María Pescetti"